Paseo Nocturno... (libre)

Era sencillo, despues de haber terminado con algunos libros dentro de mi habitacion. Necesitaba despejar un poco mi mente, a pesar de haber devorado sin cesar aquellas paginas tan secas pero llenas de viejas experiencias de escritores, mi mente hacia caso omiso al estar ahi, ya que no ponia atencion. Estaba demasiado tenso en ese momento, no tenia la capacidad de prestar atencion asi que cerre el libro de par en par y lo deje en la mesa de noche que estaba cerca de mi cama. Me levante y aun con la pijama puesta, sali de mi enorme habitacion. Descendi rapidamente las escaleras de la torre mayor sin hacer ruido, no queria que ningun empleado o mis hermanos se despertaran por mi causa. Era tarde, faltaban unos minutos para la media noche. Tenia que madrugar ya que el dia de mañana necesitaba hacer muchas cosas pendientes...

El entrenamiento, la supervision del pueblo, dar autorizaciones por doquier, etc. Al llegar a la enorme puerta principal, me tome un segundo para observarla, en realidad que era una belleza. Estaba pulida en madera, tenia muchos signos de la inquisicion sobre la ranura, y en su textura se marcaban algunos signos desiguales, el picaporte estaba un poco oxidado pero aun servia... En su totalidad, el color negro abundaba.

Asi que cogi la puerta y la abri de par en par, esta chillo solo un poco pero aun asi, no fue lo suficientemente fuerte para que todos se despertaran. Al pasar al jardin, me dedique a admirarlo... Las rosas, los arbustos, el pequeño sendero de piedra que crearon y ademas, la enorme fuente que estaba ubicada en el centro.

Esa noche no habia dormido nada, la luz tenue de
la luna que se filtraba por mi ventana no me había
dejado cerrar los ojos y hundirme en los brazos de
Morfeo. Cansada de solo dar vueltas en mi cómoda
cama me levante y tome
uno de los vestido casuales, un abrigo y salí lo mas
sigilosamente posible.

Habia sido todo un logro salir de ahi sin hacer ruido
pero lo habia hecho
metia las manos dentro de los bolsillos del abrigo
pues hacia un ligero viento frío el cual se estampaba
contra mis mejillas dando un aspecto colorado.

Me había parecido oír el rechinar del portón pero
tal ves solo había sido mi imaginación, seguí mirando
las flores que crecían libres y a todo color

En realidad que la noche que era hermosa. La luna estaba en su maximo apogeo, esta brillaba mas que otras noches, las nubes, aun con la envidia que aquel astro les provocaba, trataron de opacarla al ocultarla, pero como siempre, sus esfuerzos eran envano, la Luna se observava a la perfecccion.

Mientras caminaba, me dirigi a la fuente. Al llegar, pase mis dedos sobre el marfil de que estaba construida, al sentir el frio y dureza de este, la piel se me erizo por un momento, asi que sonrei levemente mientras continuaba admirandola. Al centro, existia un pequeño angel que arrojaba chorritos de agua al cielo, e instantaneamente, el agua caia sobre la demas dentro del circulo blanco. Algunas insignias tambien estaban gravadas sobre la orilla de la bardita.

Entonces, mis pensamientos se vieron interrumpidos por un momento. un pequeño guijarro fue arrojado, asi que voltee rapidamente en busca de algo o alguien, asi que me separe de la fuente, en busca de lo que provoco el ruido.

Me encantaban las flores y preferia cortarlas o
simplemente observarla de noche, cuando ya
comenzaban a llenarse del rocio que se esparcia
con la humedad, siempre tomaban un color distinto
hasta un aspecto distinto bajo
la tenue luz de la luna que en ese momento se alzaba
en todo lo alto del cielo
volviendose la reina de todo lo que quedaba a sus pies.

Tome una rosa que sobre salia de las demas, tal ves
era la misma luz de la luna o es que realmente era
mas esplendorosa.
Solia olvidar que aquellas flores tan bellas tenian espinas,
lo recorde cuando al tomarla una se me clavo en el dedo
solte un quejido leve y lleve el dedo herido a mi mano.

Al pasar por unos arbustos pequeños y darles la vuelta, grande fue mi sorpresa... Observe a mi angel cerca, Katherine, o como yo la llamaba... Kath. Estaba observando unos rosales (como siempre) y al tratar de coger una Rosa, esta clavo sus espinas en su fina y delicada piel. Rapidamente me dirigi detras de ella, hasta que mi pecho quedo unido a su espalda, pase mis manos hacia adelante de ella cerca de la suya, y comence a buscar la espina enterrada...

-No deberias de provocarlas. Dije, ya que en realidad era lo que hacia, la Rosa, en manera de proteccion, obtenia las espinas. Asi que en susurro dije: -Listo. Cuando toque la punta de la espina y la saque con cuidado. Permaneci de esa manera, queria conservar el momento. Katherine era todo para mi, mi vida, mi cielo, mi razon para existir. Asi que cada momento con ella valia mas que oro.

El dolor de la espina era algo punzante no
entendia como algo tan bello podia tener
algo que causara tanto daño. Estaba undida
en ese pensamiento cuando senti la presencia de
alguien detras de mi, lo confirme cuando a mi
espalda choco contra alguien. al pasar las manos
por delante de mi lo reconoci, era Andrew mi respiracion
volvio a la normalidad pues me encontraba en brazos de
quien tanto queria.

Mire como con cuidado y delicadeza quitaba la espina
de mi dedo * Gracias...* Musite sintiendo el calor
de su cuerpo y ese olor tan distintivo de el.
Me gire entre sus brazos para quedar frente el y lo
mire a esos ojos azules que tanto me gustaban
* Veniste como mi salvador * exprese acompañado
de una ligera sonrisa

-Sabes que siempre estare ahi. Dije sabiendo a lo que me referia. Tenia un poder fuerte y ayudador, el cual me indicaba cuando y en donde estar para poder ayudarla. Era un don mio, debia de admitir. Kath me llenaba, ella se poderaba de todo mi ser, tanto fue que este sentia la necesidad de estar alerta, sin importar el lugar en donde este.

Cuando se giro, mantuve mis manos hacia delante, ahora ya no estaba en sus manos, sino reposadas en su delgada y sensual cintura. Las deje reposar sobre su espalda y pegue mi nariz con la de ella. Nuestras miradas se enlazaron, pero aun no me atrevia a besarla, asi que continue provocandola, eso era lo mio. Siempre me gustaba hacerlo... No desistir hasta el ultimo momento... -Y que hace un Angel durante la noche. Acaso no deberia estar en su alcoba? Durmiendo? Dije con una sonrisa en el rostro.

Sentia sus manos descansar sobre mi cintura,
mientras mis brazos subian por sus hombros
hasta hasta descansar detras de su nuca.
Nuestras narices se tocaban delicadamente,
adoraba en esos escasos momentos donde nos
encontrabamos a tan poca distancia.
Escuche su palabras sintiendo el calor de su aliento
pegando en mi rostro
me moria por besarlo pero lo demoraria un poco mas.
Sabia que esos juegos le encantaban a el asi que por
que no darle un poco mas.
* Mi alcoba no me inspiraba sueño asi
que sali tal ves a tomar un poco de inspiracion*

En realidad Katj sabia como provocarme. Por mi encantado en ir hasta su alcoba y vigilar y proteger sus sueños durante las noches. Pero debiamos seguir esas etiquetas de Moral y Modales. Era un poco patetico y aun no me acostumbraba a eso, pero siguia las reglas al pie de la Letra. Asi que la acerque mas a mi, si existio una pequeña distancia entre nosotros, ahora no lo estaba. Su pecho se pego con el mio. Nuestras miradas seguian conectadas.

-Lo siento, soy debil ante ti. Dije disculpandome, la respetaba y la amaba. Pero aun asi, ella siempre ganaba. Era la dueña de mi corazon y de todo mi ser. Me mantenia en la palma de su mano asi que podia hacer conmigo lo que qusiera. Regalo que solo ella poseia por respirar. Entonces, al terminar de hablar, me acerque mas y mas, hasta que mis labios tocaron los de ella. Estos se deleitaron con el dulce sabor y aroma de los mismos. Mi lengua se adentro a su boca y comenzo a jugar ahi. Mi nariz toco sus mejillas y ahora ese beso sello perpetuamente la escasa armonia de nuestras voces.

La distancia entre los dos se extinguí al el apretarme contra su cuerpo. A mi no me importaba podría estar asi por largos momento lo único que nos estorbaba era tanta regla acerca de que tan lejos tenia que estar el uno del otro para considerarse adecuado.

Escuche atenta sus palabras undiendome en el azul de sus ojos, esos ojos que lo delataban diciendome cuanto me querían y la devocion tan grande que tenia por mi.
Su boca se pego a la mia dejandome el sabor de sus labios, su lengua recorría cada lugar de mi boca y yo no ponía objeción a ello. Mis manos que descansaban pacíficamente en su cuello se aferraron a su nuca como si la cercanía pudiera hacerse mas intima de lo que ya era

Continuava besandola, guardaba con detalle y disfrutaba el momento en mi memoria. Poco a poco me sentia en otro mundo. Un mundo sin presiones, sin cosas que hacer, mas relajado, libre de reglas, libre de prejuicios y sobre todo, libre de rencor. Era cierto que entre nosotros existia un poco de odio y rencor, no se podia evitar ser asi, todo por aquel secreto que se debia de guardar, y que muchos caian en tentacion. En fin, no permiti que mi mente comenzaba a vagabundear de nuestro en aquel tema y me dedique a mi Kath. Mi pequeña y dulce Kath.

Luchando contra mi mismo, pude separarme un poco de ella, al menos lo suficiente para decir algo: -Luces hermosa. Aun con su atuendo. No como yo que me habi atrevido a salir con pijama aun.

Conforme pasaba el beso mi mente se perdia mas, solo pensaba en el sabor de su boca, el fino roce de nuestros labios y la firmeza con la que el me tomaba.
El tenia el efecto de dejarme estática con solo un beso, aveces hasta una mirada.

Cuando se separo lo mire a los ojos, esos ojos azules y sonrei * Me gusta lucir hermosa solo para ti * dije preservando la misma sonrisa

Kath sabia que decir para que mi corazon flotara y se elevara al cielo. Hacerme sentir unico y especial.

-Y digame señorita. Me permitiria escoltarla hasta su alcoba?

Pregunte al hacer una ligera reverancia y recordar de que era tarde ya. No queria que por culpa mia ella arruinara su hermoso rostro con ojeras y ese tipo. Ademas de que no queria que pasara frio. Seria mejor hablar adentro.

Sonrei y lo mire habia tantas cosas de el que me
gustaban que no sabia cual era la que me hacia amarlo
tal ves eran todas esas cosas y cada detalle de el.
* Claro noble caballero le premitire escoltarme
hasta mis aposentos* Dije con una suave voz